martes, 4 de agosto de 2015

lunes, 3 de agosto de 2015

AÑO 1837. REAL ORDEN DE 22 DE MARZO. PRIMERA AUTORIZACIÓN PARA QUE LAS MUJERES PUDIERAN LEER EN LA BIBLIOTECA NACIONAL.

Pocos conocen que, fruto de la petición de una escritora madrileña, Antonia Gutiérrez Bueno (1.781-1.874), fue posible obtener autorización para que las mujeres pudieran leer en la Biblioteca Nacional, institución creada en 1.711 como “Real Biblioteca Pública”, y que mediante las llamadas “Constituciones de 1.761”, se prohibía, explícitamente, su acceso a las mujeres.

Esta situación cambiará, afortunadamente, durante la Regencia de la reina María Cristina, motivada por una petición cursada a su gobierno por quien requería la bibliografía existente en la misma para sus estudios y creaciones científicas.

Antonia Gutiérrez Bueno fue hija del ilustrado catedrático de Química y boticario mayor del rey D. Carlos IV, Pedro Gutiérrez Bueno (1.745-1.826), quien regentó una farmacia propia en la calle Ancha de san Bernardo de Madrid.

De entre los intelectuales de la época, fue amiga de Leandro Fernández de Moratín [Cfr. las anotaciones que hacía sobre ella en su “Diario: mayo 1.780-marzo 1.808”. Madrid, Castalia, 1.968, pp. 305, 371, 373 y 374], que llegó a ser Bibliotecario Mayor de la Biblioteca Real entre 1.811-1.812, nombrado por José Bonaparte, y que le llamaba cariñosamente “Toinette” (Antoñita, en francés), por haber vivido en París hasta la muerte de su marido, Antonio Arnau, en 1.822.