sábado, 25 de julio de 2015

AÑO 1846. CARTA de Luis Felipe de Orleans a María Cristina, felicitándola por el matrimonio de sus dos hijas.


Neuilly, 5 de Setiembre de 1846.

Mi querida hermana y sobrina:

Con una viva satisfacción vengo hoy á desahogar en el corazón de V.M. todo el placer que el mío experimenta al contemplar el nuevo lazo que acaba de formarse entre nuestros hijos, como el que la Reina, vuestra augusta hija, acaba de contraer con un príncipe de vuestra familia, y, por tanto, de la nuestra. Tengo la confianza de que esta unión será feliz, y que la Reina no se arrepentirá de su elección. El tiempo que ambos hermanos han pasado aquí me ha colocado en posición de verlos bastante de cerca, y siempre me ha agradado mucho la conducta del Duque de Cádiz. Vuestra majestad recordará que muchas veces le he manifestado esta buena opinión.

Ahora que hemos vencido las dificultades que ofrecía la conclusión de estos enlaces, es preciso abreviar cuanto sea posible el tiempo, durante el cual es factible se hagan nuevos esfuerzos y tentativas nuevas para impedir su celebración.

Es evidente que es preciso esperar el voto de las Cortes y las dispensas del Papa, que el Conde Rossi está encargado de expedir en cuanto las reciba. Espero que estas formalidades se realizarán sin graves dificultades y sin retardo; pero al momento que lo sean, me parece importante se verifique sin dilación el matrimonio de la Reina, aun cuando el Duque de Montpensier no hubiese aún llegado á Madrid. V.M. juzgará, pero conocerá sin duda que no podemos hacer partir nuestro hijo sin que antes se hayan cumplido las formalidades, sin las cuales no podría celebrarse el matrimonio. Este querido joven desea vivamente llegar á ser vuestro hijo, y no temo asegurar que corresponderá á todo cuanto podéis esperar de él.

Ruego á V. M. ofrezca mis afectos al Duque de Riansares, manifestándole cuanto agradezco la parte que se ha tomado para obtener un resultado tan grato á mi corazón.

Os renuevo la expresión viva y sincera de la tierna amistad con que soy siempre, mi querida hermana y sobrina, de V. M. hermano y afectuoso tío.

LUIS FELIPE.


[Cfr.: Fernández de Miraflores, Manuel Pando.- Continuación de las Memorias Políticas para escribir la historia del Reinado de Isabel II. Madrid, Rivadeneyra, 1.873, pp. 269-270.]


domingo, 12 de julio de 2015

AÑO 1844. CARTA de María Cristina de Borbón Dos Sicilias al Rey de los franceses, Luis Felipe de Orleans, dándole cuenta de su matrimonio con Fernando Muñoz.

A S.M. el Rey de los franceses, mi muy querido tío.

Madrid 15 de Diciembre de 1.844.

Señor:

La bondad que V.M. me ha mostrado siempre, me anima á presentarle mis respetos, felicitándole al mismo tiempo por el casamiento del Duque de Aumale. Deseo que esta unión sea para toda la familia real un motivo de contento, y especialmente para V.M. y para mi querida tía.

Aproximándose las santas fiestas de Nochebuena y el nuevo año, os ofrezco mi homenaje para estos días; nunca olvidaré el placer que tenía en pasarlos cerca de Vos, cerca de una familia tan querida, y deseo vivamente volverle á tener algún día. Si mi deber me conserva en este momento cerca de mis queridas hijas, espero que una vez cumplidos mis deseos, podré volar cerca de Vos para renovarle en persona la expresión de mis sentimientos. Conocidos éstos por Vos, podréis creer en su sinceridad y acoger los votos que formo en favor vuestro, sobre todo con motivo de las próximas fiestas.

Debo llenar un deber para con Vos, querido tío mío, cual es el de daros parte de mi matrimonio con el Duque de Riánsares. Aun cuando mi buena tía la Reina creo que os habrá hablado de esto, faltaría á mi obligación si no diese este paso para con Vos. Mi querida tía ha mirado esta resolución tomada por mí con toda la maternal bondad que la caracteriza, llenándome de satisfacción, y no dudo que mi determinación será bien acogida por Vos, porque conozco de mucho tiempo hace vuestras bondades conmigo. Ellas se han extendido también para con el Duque de Riánsares, y creedme, querido tío mío, su respeto y su reconocimiento son bien profundos.

Sobre estos sentimientos podéis contar siempre, tanto por su parte como por la mía.

Espero que vuestra salud sea tan buena como yo os la deseo por muchos años. Nosotros gozamos, á Dios gracias, de este beneficio, y yo del placer de ver á mis hijas muy contentas. Ellas os presentan su homenaje y felicitaciones, uniendo sus á los que yo hago á Dios por V.M., á quien beso mil veces la mano, creyéndome dichosa de ser de V.M. afectísima, respetuosa y obediente sobrina.

MARÍA CRISTINA